Este artículo trata sobre el capítulo #100 del manga Ataque a los Titanes. Para el episodio del anime con el mismo nombre, véase Declaración de guerra.
Declaración de guerra (宣戦布告 Sensen fukoku?) es el capítulo #100 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
Unos días antes, Willy y Magath se encontraban dentro de un carruaje discutiendo sobre lo que ocurrirá en el festival de Liberio. Tybur se pregunta si sus enemigos actuarán en medio del espectáculo al ser el objetivo principal de estos, Magath no está seguro, pero cree que las probabilidades de que eso suceda son muy elevadas. El motivo es que los altos mandos del ejército marleyano se juntarán en un lugar público por primera vez en mucho tiempo y como medida de precaución mientras estos se mueven, se debe evitar tomar caminos muy transitados a menos que la situación lo requiera, además de que muchas figuras importantes viajarán en carruajes. Willy le ordena a Magath preparar asientos especiales para los líderes del ejército ubicados en los bordes de la plaza y que fuesen colocados lo más lejos posible del escenario, Magath le pregunta a Willy si está seguro de querer llevar a cabo su plan y Tybur le responde que su familia únicamente se ha dedicado a gozar de su estatus como nobles durante los últimos años, menciona cómo han puesto su mayor esfuerzo para mejorar la condición social de los eldianos al forjar alianzas con otras familias poderosas a lo largo y ancho del mundo mientras prestaban atención a los movimientos de la gente de la isla Paradis.
Willy y Magath se dan la mano.
Sin embargo, Willy admite que no estuvieron muy al tanto de la situación en ese mismo lugar cuando se dieron cuenta de que algo no estaba bien, que por ello sus enemigos cruzaron el océano y en cualquier momento ellos aparecerán para cortarles la garganta. Tybur menciona que deben cuidarse de aquellos conspiradores que apoyan a Paradis en secreto, sin embargo, indica que aún no conocen sus identidades y que pueden estar ocultos en cualquier lado, incluyendo el ejército. Willy le dice a Magath que use su conocimiento sobre las intenciones del enemigo para obtener una mayor ventaja sobre ellos y que si tiene algún otro plan, lo escuchará con gusto. Magath cree que aun si atraen al enemigo, la “carnada” es muy grande y Willy en cambio, le sugiere que les entregue a los oficiales más incompetentes del ejército. Pues si el objetivo del enemigo es acabar con los militares marleyanos, esta sería una oportunidad única y que el gobierno dará su aprobación a quien quiera formar parte de un ejército reconstruido.
Magath puntualiza que muchos inocentes morirán y Willy le recuerda que la mayoría de ellos son eldianos, los descendientes del demonio. Tybur cuestiona al general respecto a sus palabras, pues él ha enviado a cientos de eldianos al frente enemigo para contrarrestar el avance de las máquinas de guerra y los ha obligado a combatir en medio de campos minados, Willy le recuerda a Magath que para él, la vida de estas personas vale lo mismo, con o sin uniforme. Magath le responde que la situación por la que estaban pasando no era una guerra, que aún no sabían prácticamente nada sobre sus enemigos y que el lugar estará lleno de civiles, políticos y periodistas. También le asegura a Willy que no podrá protegerlo y que, en el peor de los casos, podría morir. Magath le recuerda a Tybur que él es una persona muy valiosa como para actuar de carnada, Willy le responde que él mismo lo sabe y que por ello está preparado para afrontar las consecuencias, pues si él no se presenta en aquel escenario, el mundo ignorará lo que tiene que decir. Pues su presencia era la única forma de reunir políticos, militares y periodistas de todo el mundo en la zona de internamiento de Liberio para así poder conseguir el apoyo internacional que necesitan.
Pero a cambio de eso, muchas personas (incluyendo el propio Willy) morirán a causa del ataque sorpresa del enemigo, si Tybur escapara del lugar, su acto de cobardía sería visto con malos ojos y ningún país se pondría del lado de Marley. Tras un momento de silencio, Magath acepta el plan de Willy mientras recuerda que los eldianos son los descendientes del demonio, agregando al mismo tiempo que ellos son los demonios y que los Tybur no son los salvadores del mundo. De vuelta al presente, Willy continúa con su discurso ante el público al mencionar cómo, después de la Gran Guerra de los Titanes, su familia unió fuerzas con Karl Fritz a cambio de su propia seguridad y que, por esta acción, vendieron a sus hermanos eldianos a Marley. Willy agrega cómo los Tybur han gozado de libertad y respeto durante generaciones a expensas de sus propios compatriotas, él asegura que tras descubrir esa verdad, al tomar su lugar como el líder de su familia, no pudo evitar sentirse mal. Describe cómo sintió que el suelo comenzaba a temblar mientras apartaba la mirada de sus familiares, desde entonces, supo que los Tybur sólo eran un montón de ladrones mezquinos que sólo alimentaban un honor que no poseían. Magath continua vigilando el evento desde una azotea y, en ese momento, uno de sus subordinados llega para informarle que los guerreros desaparecieron, Magath ordena su búsqueda inmediata y entonces se da cuenta de que el enemigo ha iniciado su movimiento.
Porco y Pieck atrapados.
Porco y Pieck quedaron atrapados en un agujero de gran profundidad y como el suelo está cubierto de paja, apenas si se fracturaron unos huesos. Porco se pregunta dónde están y Pieck le responde que se encuentran en un confinamiento especialmente construido para los guerreros, de los cuales habían muchos en Marley. Ella explica que al ser un sitio tan estrecho no podría transformarse en titán y que al ser dos personas con dicho poder sería mucho peor, Porco lo reafirma al indicar que ambos podrían ser aplastados hasta morir. Pieck encuentra entre varias cosas, comida y una bacinilla. Al darse cuenta de que podía ser muy considerado, Porco se pregunta cuál es la identidad del soldado que los emboscó, Pieck cree que ese hombre debía estar actuando solo, al tiempo que él podría no ser de Marley, todo esto lo dice mientras ella afirma haberlo visto en alguna otra parte. De vuelta al escenario, Willy menciona que decidió pararse ante los presentes con su falso honor debido a que él comprende la peligrosa situación por la que están pasando, la cual los afecta a él y al mundo entero por igual. Luego observa a su familia y les pide desde sus adentros que permanezcan en su lugar y lo observen, pues todo lo que podía hacer era asumir la responsabilidad que tenía al sacrificarlos a todos ellos. Willy prosigue al mencionar cómo Karl utilizó el poder del Titán Fundador para crear y dirigir a una horda de enormes titanes, con los cuales construyó tres gigantescas murallas a las que bautizó con los nombres de las tres hijas de Ymir Fritz: María, Rose y Sina.
La pierna de Eren se regenera.
Willy explica que la amenaza de Paradis para el mundo es un ataque retumbante provocado por los Titanes Colosales de la isla. Tybur prosigue al recordarles a los espectadores que sólo los individuos de la familia real pueden usar el poder del Titán Fundador pero que, a cambio de eso, debían aceptar el voto de renuncia a la guerra y no usarlo para propósitos bélicos. Sin embargo, Willy declara que según un reporte entregado por Reiner Braun, existe un individuo que puede usar este poder sin tener relación alguna con la sangre real. Tybur declara que, como el actual poseedor del Titán Fundador, Eren Jaeger representa una seria amenaza para la humanidad. Mientras escucha sus palabras desde aquel sótano, la pierna de Eren se regenera por completo y Falco lo observa atentamente al decirle que ha sido utilizado por él. El joven le dice a Eren que él le dio alientos y por eso llegó a respetarlo, Jaeger le pide perdón al recordar que él lo había ayudado. En ese instante, Falco recuerda la carta que Eren quería enviarle a su familia y le pregunta si realmente estaba dirigida a ellos, Eren le responde que ese mensaje era en realidad para unos “amigos”, al oír esto, Falco se horroriza y se desploma en el suelo. Willy sigue con su proclama al decir que Eren tiene el potencial para activar dicho ataque retumbante y que, a pesar de que en la última guerra de Marley apareció un arma con el poder suficiente para acabar con los titanes, jamás se podrán crear armas que puedan frenar el avance de los millones de Titanes Colosales de Paradis. Willy advierte que si ese ataque llega a ser activado, ya no habrá nada que puedan hacer y que todo lo que quedará para la humanidad, es huir aterrorizados ante el sonido de los pasos que representan el final de todo. Según Willy, estas enormes criaturas dejarán a su paso un enorme rastro de destrucción, al pisotear civilizaciones y ecosistemas enteros, dando como resultado una tierra llana y sin vida.
Willy expresa su deseo de eliminar a Eldia.
Willy menciona que para entonces será demasiado tarde y que por eso debían actuar lo más pronto posible. Falco piensa que ahora mismo tienen la oportunidad de capturar al Titán Fundador que Marley ha buscado obtener desde hace mucho, pues el hombre que posee dicho poder ha cruzado el océano y ahora se encuentra justo frente a sus narices, ahora todo depende de él y de Reiner. Eren rompe el silencio al decir que las palabras de Willy son ciertas, asegurando que él es un hombre malvado que podría destruir el mundo, pero que bajo su perspectiva, Reiner y sus compañeros también eran unos tipos malos. Eren recuerda el día en el que el Muro María fue destruido y los titanes entraron a Shiganshina, mencionando cómo uno de ellos devoró a su madre delante de él. Eren dice que desde entonces, no entendía por qué personas inocentes tenían que ser comidas por esos monstruos, luego le pregunta a Reiner por qué Carla tuvo que ser devorada. Reiner le responde que es porque ellos destruyeron el muro ese día y Eren una vez más le pregunta cuál era el objetivo de destruir el muro, Reiner le contesta que parte de su misión era causar caos y confusión para poder infiltrarse entre la población de las murallas y observar los movimientos del rey.
Eren le pregunta cuál era esa misión y Reiner le dice que era retomar el poder del Titán Fundador y así poder salvar al mundo. Braun recuerda que hace cuatro años, Eren juró darles a él y a Bertolt una muerte muy dolorosa y entonces le pregunta a Jaeger si este llegó a Marley para cumplir esa promesa, Eren afirma haber olvidado eso y le pide a Reiner que finja que nunca escuchó esas palabras de él. Jaeger empieza a describir su travesía por el océano narrando cómo durmió bajo el mismo techo que sus enemigos y cómo se alimentó de lo mismo que ellos consumían, luego le aclara a Reiner que ambos son iguales mientras afirma haber encontrado a personas molestas y a hombres buenos. Luego observa a Falco y le dice que al otro lado del océano, en el interior de las murallas es exactamente lo mismo, pero la única diferencia es que los niños son manipulados para hacerles pensar que ellos son diferentes a los que viven en las murallas y que aquellos sujetos son demonios que amenazan a los eldianos del continente y a las demás razas que existen. Eren puntualiza que Falco y sus compañeros son niños ignorantes que han sido adoctrinados por adultos ignorantes, Jaeger afirma que Reiner sólo era un niño que no podía luchar contra esos pensamientos, pues era el entorno en el que vivía y su historia.
Eren se prepara para convertirse en titán.
Eren menciona que esa experiencia debió ser dolorosa para Reiner y ahora entendía el porqué de sus acciones, Braun se inclina ante Eren y le dice que está equivocado, recordando que aquel día Marcel fue devorado y que Annie y Bertolt decidieron abortar la misión ante el evidente fracaso de la misma, Reiner recuerda cómo los convenció para continuar con la operación y no ser castigados severamente por fallar, aunque en realidad lo hizo porque quería ser un héroe. También se hacía ver como un hermano mayor para todos sus compañeros reclutas en las murallas porque deseaba respeto y que eso no tenía que ver con su edad o su entorno. Reiner reconoce que por su culpa, la madre de Eren fue devorada y que ya no podía soportar más la carga emocional que estaba sintiendo, que lo único que deseaba en ese momento era morir y por ello le pide a Eren que lo elimine. De vuelta a la conferencia, Willy explica que el peligro al que se enfrenta la humanidad se remonta a la mera existencia de los eldianos. Tybur señala que, si hubiese podido elegir, habría escogido no nacer, puesto que odiaba su propia sangre más que cualquier cosa. También menciona que desea la extinción de la raza eldiana pero que, al mismo tiempo, no quiere morir, debido a que él nació en ese mundo. Willy prosigue al decir que todos los presentes podían pertenecer a diferentes naciones y razas, luego, les pidió a todos aquellos que tampoco querían morir, que le prestasen su fuerza, conmoviendo a la mayor parte de los presentes, quienes, con lágrimas en los ojos, comenzaron a aplaudirle emotivamente.
Eren parte a Willy en dos.
Willy sigue alentando al mundo a luchar junto a él contra los demonios de Paradis y los presentes continúan ovacionándolo, Eren se levanta de su asiento y le pide a Reiner que se levante mientras le tiende la mano, Braun toma la mano de Jaeger mientras siguen oyendo las palabras de Willy, quien menciona que aún enfrentan muchos problemas diplomáticos que impiden que las fuerzas militares del mundo cooperen entre sí pero que él está seguro de que todos ellos pueden unirse para detener al poderoso enemigo que amenaza a la humanidad y que todos juntos pueden ser capaces de superar cualquier obstáculo que se les presente, mientras el eufórico público lo aclama al alzar sus puños. Eren le recuerda a Reiner que ambos son iguales y cree que ha sido así desde el día que nacieron, Jaeger menciona que su objetivo es seguir avanzando hasta que destruya a todos sus enemigos, mientras procede a efectuar una transformación en la que, aparentemente, Reiner y Falco quedan atrapados. Por otro lado Willy, en nombre del gobierno de Marley, públicamente le declara la guerra a la nación de Paradis, sin percatarse de que un titán ha aparecido desde el interior del edificio que se encuentra detrás del escenario, cuyos escombros salen disparados por todo el lugar aplastando a varios de los asistentes. Eren destruye el teatro y parte en dos a Willy ante la mirada del público: ¡la guerra ha comenzado!